En 1969, la Guerra de Vietnam se hacía más cruenta... Como tantos otros jóvenes de su generación, Red Stewart sintió que debía luchar por su país. Con tan solo 19 años, se enroló en el US Army, y por sus buenas calificaciones durante la instrucción, fue asignado como teniente al batallón de infantería de los Green Berets. Llevaba ya dos años en el frente, cuando una noche, una división del ERNV interceptó a su pelotón en el medio de la espesa selva, trenzándose en fuego cruzado, durante dos horas. Finalmente, luego de una brillante estrategia de confrontación, el teniente Red Stewart y sus hombres habían logrado otra victoria... A un alto costo. Cuatro de los hombres bajo su mando habían muerto. Tres estaban gravemente heridos, incluido él. Una esquirla de mortero enemigo, había impactado directamente en su brazo derecho, y a causa de la gangrena, los médicos de campaña debieron amputarle desde el codo hasta la mano.
Con dos Silver Star por servicio distinguido y un Purple Heart por su arrojo y valor en combate, Red volvió a casa en 1973... Como toda guerra, NAM le dejó heridas... Unas cicatrizaron... Otras, siguen aún abiertas.
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